Mar verdadero, de Soledad Cavero (1990)

En ese lugar que aún no conozco,
pero que intuye mi templo,
habrá mares rosados que vendrán a bañarnos
cuando nos invada el cansancio.

Habrá pájaros y peces brillantes
que se posarán a mis pies alumbrando la playa
con luces de oro que aquí nunca vimos.

Habrá árboles plateados con miel transparente
rebosando esos frutos que estarán en las ramas.

Y habrá cercanías tan bellas
que veremos nuestra piel pegada a los astros
y el aire meciendo sinfonías planetarias.

¡Menudo ambientazo!

Puso eso, que ni en los partidos del Madrid.

El pasado Sábado nos juntamos unos cuantos en Carrallano, y eso que la noche fue fresquita. Pero el cielo, magnífico. Sin nubes, ni viento, ni humedad, perfecta.

Recuperamos a algunos de los clásicos, como César, José Antonio y Fernando, además de los habituales Leo, Pedro, Helena y Carol. Hasta se animó Alicia, que raramente se deja ver por esos lares. Y como no, echamos de menos a José María, convaleciente de su tobillo lesionado y a Emilio, disfrutando de la Astronomía en Calar Alto. Por cierto, nos llamó desde allí, para ponernos los dientes largos, claro.

Yo hice alguna foto; una par de ellas de campo amplio (Pegassus y Andromeda) y tres galaxias, entre ellas NGC 253 que ya estoy deseando procesar por que creo que quedó bastante bien. El tema del Live View fue mejor, aunque sigo necesitando una gran luminaria (Júpiter) para poder enfocar. Me pregunto qué haré cuando Júpiter se nos marche...

Y ahora a esperar a la siguiente. No sé que me duele más, si la espera hasta la siguiente Luna o quedarme sin los dulces de Helena. ¡Qué ricos lo buñuelos!.

Hasta pronto, amigos.

¿Qué desastre?

Pues eso, lo del sábado 10 fue un pequeño desastre.
Después de muchas dudas, por culpa de un cielo más que sospechoso, decidimos montar en Carrallano. Y la noche empezó magnífica, pero en un minuto se fastidió. El tiempo que tardé en cambiar de ocular. Total que nada de nada, y además me falló el seguimiento, recordando mis peores pesadillas de antaño. Cuando nos íbamos, ya con Luna, empezaba a despejarse.
Lo siento por el grupo de Pedro, que vinieron desde Madrid. Bueno, al final mereció la pena, aunque sólo sea por las puebas con el magnífico 55 mm Pentax f1.4 de Emilio y las pastitas de hojaldre de Elena.
Yo por mi parte estuve probando el modo Live View de la nueva Canon 1000D, y la verdad es que el resultado no cumplio las expectativas. Tuve que apuntar a objetos muy luminosos para poder enfocar, aunque creo que parte de la culpa la tienne mis objetivos poco luminosos, ya que el tema del enfoque fue mejor con el superobjetivo de Emilio. Habrá que seguir probando.
Hasta pronto.

¡Empezamos!

Pues eso, que he decidido abrir un blog, con la idea de ir apuntando las experiencias nocturnas en cada salida de observación, una especie de cuaderno de bitácora que recoja cómo fueron las cosas, qué salió bien y qué otras fallaron; un diario en definitiva.
También pretendo aprovechar el blog para anotar mis reflexiones o temas de interés que vayan surgiendo sobre astronomía o astrofotografía, con la idea de que todo el mundo pueda participar dejando sus comentarios.
Quien sabe, igual puede ser de utilidad.
¡Empecemos!